Iglesia
Sabemos que nuestro antepasado y fundador, Ginés Benítez, fue quien edificó la primera iglesia (la anterior a la actual), así lo dicen sus herederos en el siglo XVI, que a su costa se levantó el templo. Por eso, si quien corrió con los gastos de la construcción de la iglesia se llamaba Ginés, no en vano la advocación sea San Ginés. Está documentado que es así desde sus orígenes.
Sobre la ubicación de la primitiva iglesia del siglo XVI, la vida nos depara sorpresas. Cuando se arregló la plaza, a principios de los años 1950 del pasado siglo, aparecieron abundantes restos (huesos y maderas) en una parte de la plaza. En el espacio que va desde la fuente hasta la fachada de la iglesia; restos procedentes del interior de la primera iglesia, cuyo suelo era utilizado de cementerio, como era costumbre en la época de enterrar dentro de las iglesias, aunque creemos que también había un pequeño cementerio anexo. Conocemos otros aspectos de la iglesia, pero no entraremos en más detalles.
Con el paso del tiempo la anterior iglesia se quedó pequeña y dio paso a la actual. Fue levantada en la última década del siglo XVIII (1791-1796 ?); y, una vez terminada, se siguió enterrando en su interior hasta el año 1834, que se dejó de enterrar por una epidemia de cólera, dando paso al primer cementerio extramuros del pueblo que se hizo donde daba comienzo el camino de Sisante, en la placeta del pozo, junto al casco urbano del pueblo. Placeta que se llamó así, desde tiempos inmemoriales, por la presencia de un pozo que había en el centro de la plaza que servía de abastecimiento público (2)(3).
Y ya por último, cuando en el año 1958, se puso nuevo piso a la iglesia se encontraron, como era de esperar, muchas sepulturas en su interior.